Las palabras dicen mucho de nosotros, pero ¿y nuestros gestos? Puede que no te hayas parado a pensar en la importancia que tiene el lenguaje corporal, también conocido como kinesia.
Cuando nos enfrentamos a situaciones cotidianas, como puede ser una entrevista de trabajo, conversaciones con familiares y amigos, una reunión e incluso una consulta médica, el lenguaje corporal también forma parte de la conversación, y con él se puede intuir cómo nos encontramos anímica y físicamente.
Pero para saber en qué nos afectan o qué dicen de nosotros nuestros gestos, vamos a conocer de qué trata la kinesia.
¿Qué es la kinesia o lenguaje corporal?
La kinesia o lenguaje corporal es el resultado de todos los gestos que realizamos cuando nos expresamos, es decir, los gestos, muecas y movimientos tanto corporales como faciales.
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Cuando entablamos conversaciones con otras personas, no solo utilizamos el lenguaje, sino que en muchas ocasiones gesticulamos con las manos o la cara para expresarnos. Esto tiene un significado, y es que por mucho que queramos decir otras cosas con palabras, a través de nuestros movimientos corporales se podrá llegar a saber si estamos diciendo la verdad.
La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que estamos, por ejemplo, juntando las manos, frunciendo el ceño e incluso haciendo muecas faciales, dependiendo de la conversación o el tema sobre el que estemos hablando o del estado de ánimo que tengamos.
Es decir, si estamos contentos, una sonrisa es clave para saber que nuestro estado de ánimo es bueno; en cambio, si tenemos una expresión de ojos caídos, algo nos preocupa o sucede, por eso estamos tristes. Otro de los sentimientos que podemos mostrar es el de enfado, y eso se podrá comprobar con la expresión del ceño fruncido.
¿Por qué es tan importante el lenguaje corporal?
Debemos tener en cuenta que los gestos nos definen, por lo que es muy importante que sepamos cómo dirigirnos a otras personas y utilizar el lenguaje corporal a la hora de conversar con ellas.
El lenguaje corporal habla por sí mismo, sin necesidad de palabras. Es decir, podemos afirmar que no estamos tristes, pero a través de nuestros gestos se puede dar a conocer que no es así y que sí hay algo que nos preocupa y nos hace tener ese sentimiento de tristeza.
Gestos corporales de la kinésica
Como hemos explicado anteriormente, nuestros gestos pueden determinar cómo nos encontramos ante una situación, al mismo tiempo que con ellos transmitimos cosas. Entre los más comunes destacan:
- Postura corporal: Aunque no lo creamos, dependiendo de la postura corporal que adoptemos se transmitirá de una manera u otra nuestro estado de ánimo. La opción más correcta es tener la espalda recta y el cuerpo erguido, demostrando que no tenemos estrés, ni tensión, ni miedo ante una determinada situación.

- Gesticulación: quizá no nos demos cuenta, pero a la medida que establecemos una conversación, realizamos gestos con las manos e incluso con los brazos. Estos gestos acompañan a nuestras palabras y expresan cómo nos encontramos.

- Expresiones faciales: a través de la mirada, se puede intuir cómo las personas podemos sentirnos, y es que los ojos lo dicen todo. Nuestras pupilas proporcionan mensajes y el parpadeo predice cómo estamos frente a la situación. Pero la cara está compuesta por otras partes; igual de importante es la sonrisa, así como un fruncimiento de ceño, expresión que determina que estamos enfadados, e incluso desviar la mirada significa una falta de interés por nuestra parte.

Por lo tanto, no solo tenemos que preocuparnos de las cosas que decimos, ni de cómo las decimos, sino también de qué gestos realizamos a la hora de hablar. A través de nuestro lenguaje corporal, gestos, muecas y sonrisas, se puede incluso llegar a expresar más que con palabras.