Suspender un examen, perder un trabajo o un ser querido son momentos estresantes. Pero tanto en los estudios como en la vida y en el trabajo todos hemos de afrontar situaciones difíciles en algún momento. La resiliencia es lo que te permite adaptarte a todas ellas.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad para adaptarse ante situaciones complicadas y afrontarlas. Ser una persona resiliente no quiere decir que no vayas a experimentar estas angustias o adversidades. Lo que quiere decir es que, pese a su impacto en ti, tendrás la capacidad de sobreponerte y acomodarte bien a lo largo del tiempo.
La resiliencia académica es la capacidad que demuestran los estudiantes para superar las adversidades que amenazan las posibilidades de un desarrollo educativo adecuado.
Esta condición no es algo que puedas o no tener. Es el conjunto de una serie de conductas, emociones y pensamientos que cualquier persona puede aprender y desarrollar.
¿Qué te hace ser más resiliente?
Existen estudios que demuestran que el apoyo emocional es clave para desarrollar la resiliencia. Tener a tu lado a personas que te dan apoyo, cariño y confianza te puede hacer más resiliente que una persona que carece de ello.
No obstante, hay otros factores que también te ayudarán en esta empresa:
- Tener una visión positiva de ti mismo, confíar en tus fortalezas y conocer tus debilidades.
- Tener habilidades de comunicación y facilidad en la resolución de problemas. Esto pasa por afrontarlos como un reto y no como una amenaza.
- Elaborar planes realistas y tener una alta capacidad de autocontrol. Es decir, saber manejar correctamente tus impulsos y sentimientos más fuertes.
¿Qué características tienen las personas resilientes?
Este tipo de personas se caracterizan por lo siguiente:
- Aceptan la realidad tal y como es.
- Creen que la vida tiene sentido.
- Su capacidad para mejorar es patente.
Del mismo modo, tienen otras habilidades que les permiten ser empáticos, controlar sus emociones e identificar el origen de los problemas. Aunque, si hay que mencionar su característica principal, es su estilo de pensamiento.
El pensamiento de las personas resilientes es realista y flexible.
¿Cómo desarrollar resiliencia?
Al no ser una cualidad innata, es posible desarrollarla, pero ¿cómo hacerlo?.
- Reconocer la realidad. Acepta que el cambio es parte de la vida.
- Tener un pensamiento realista y constructivo. Modificar tu manera de pensar para interpretar y reaccionar distinto ante eventualidades que producen tensión o amenazas es un buen punto de partida. Los problemas a los que nos enfrentamos son retos. Por ello, hay que ampliar la perspectiva y ser conscientes de que tienes la capacidad necesaria para afrontarlos y hallar las soluciones apropiadas.
- Confianza en uno mismo. Para saber hasta dónde puedes llegar, debes intentarlo. Esto te provocará sorpresas agradables en más de una ocasión.
- Establecer relaciones. El apoyo emocional es un factor clave para conseguir ser resilientes. Y crear relaciones buenas y sanas en las que aceptas la ayuda y el apoyo externo es tan importante como hacer lo propio con quienes lo necesitan. Este es un paso fundamental para fortalecer la resiliencia.
- Descúbrete a ti mismo. Tras superar una adversidad, se experimenta cierto crecimiento personal. Aprovecha para conocerte mejor ante este tipo de situaciones.
- Establece objetivos y toma acción.
¿Cómo trabajar la resiliencia en los estudios?
Aprendizaje y resiliencia son dos conceptos que tienen una relación entrelazada. De hecho, la falta de resiliencia en el aprendizaje puede provocar situaciones de absentismo y de fracaso escolar.
Los estudiantes que no creen en sus posibilidades y cuentan con una autoestima baja, suelen tener más miedos y ansiedad que el resto de compañeros. Algo que, de forma indudable, va a afectar a su aprendizaje.
Por otro lado, para desarrollar resiliencia es necesario cierto trabajo cognitivo que tendrá un impacto positivo en el ámbito educativo. Una forma de contribuir a este desarrollo es a través del deporte en los centros de educación. Para ello, el curso online de entrenador de fútbol y psicología deportiva puede ser de utilidad.
Gracias a los juegos, los estudiantes tienen un desarrollo integral a nivel afectivo, motor, social y cognitivo. Por tanto, si conseguimos desarrollar ciertos valores a nivel social y personal mediante las actividades deportivas, se mejora la resiliencia de los estudiantes que las practican.
Resiliencia, un trabajo transversal
Para fomentar la resiliencia entre los estudiantes también se pueden poner en práctica otros aspectos como, por ejemplo:
- Resolución de conflictos.
- Pensamientos positivos.
- Empatía.
Estos elementos se trabajan con diferentes actividades de un modo transversal teniendo en cuenta las edades de los alumnos. Para practicar la empatía con alumnos de entre 3 y 6 años, por ejemplo, se pueden diseñar actividades con fichas y rostros con la cara en blanco para que ellos dibujen las emociones. Al trabajar con ellos diferentes situaciones que se pueden vivir, dibujarán miedo, tristeza, alegría…
Si los niños tienen más de 6 años, es importante comenzar a trabajar la comunicación, algo que a los 12 años deben tener interiorizado. Así, los distintos niveles educativos pueden trabajar este aspecto mediante debates. En ellos, se debe aprender a escuchar, respetar los turnos de palabra y expresar sus ideas con libertad. Al mismo tiempo, deben comprender y entender que los demás pueden tener opiniones distintas, pero que son respetables. Además, durante estos debates aprenderán a razonar, deducir, intuir y, por qué no, saber que pueden cambiar de opinión.
En definitiva, existen muchas formas de desarrollar la capacidad de resiliencia. Lo único que necesitas es identificar las actividades que te permiten diseñar una estrategia personal y ponerte a ello.
Suscríbete a Recursos y Formación
Si estás interesado en mejorar tus capacidades como profesor, consulta nuestros cursos de educación, donde encontrarás herramientas indispensables para mejorar en la actualidad.